La visita a Southsield fue magnífica:
barquito ferry, foto con el mar del Norte detrás, el bolso delante y
la pierna cruzada
y una apacible siesta en el césped.
¿Apacible?, solo para algunos. Siempre he dicho que me gustan las
gaviotas. No sé por qué digo eso: una amable gaviota de South Sield
cagó exactamente cuando pasaba por encima de mi cuerpo
NO ENTRO EN
DETALLES
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