lunes, 28 de julio de 2014

Un camionero alemán queda atrapado 8 horas en un pueblo de Ciudad Real por culpa del GPS

EFE. 26.06.2013
Un camión de grandes dimensiones ha pasado ocho horas encajonado en una calle de
Arroba de los Montes (Ciudad Real), después de que su conductor, de nacionalidad alemana,
decidiera llevar el vehículo por esa vía, siguiendo la ruta que le marcaba el GPS.


VOLVEMOS, VOLVEMOS...

He publicado esta noticia antes de seguir con la crónica gabacha para captar vuestra atención. ¿Creéis que voy a despotricar del GPS? Estáis absolutamente equivocados. Años sufriendo el GPS para llegar a pueblos cercanos o a rutas no adecuadas y, cuando hace realmente falta, pues NO HAY GPS. Antes de pegaros la continuación del folletín  "A la conquista de la Bretagne..." proclamo bien alto: QUIERO UN GPS CUANDO HACE FALTA, ¿POR QUÉ NO LO LLEVASTEIS, POR QUÉ, POR QUÉ?

Yo misma respondo: porque los viajes son más entretenidos cuando uno no sabe dónde va a dormir y acaba de ambulante, más o menos. Atención, que sigue. PIDO A LOS FOTÓGRAFOS QUE INCORPOREN LOS TESTIMONIOS GRÁFICOS OPORTUNOS.

4ºDIA 8 DE AGOST O JUEVES BILBAO-BURDEOS 333KM +-
De nuestra corresponsal M.N.
La Isabelita vuelve al hogar y la Jefa se integra definitivamente. En plena ruta la azafata de turno, Gloria, le da las instrucciones precisas, en el lenguaje internacional de todas las azafatas de vuelo, para su seguridad en el viaje, los huequecitos en los que podrá poner su exiguo equipaje, el que nos corresponde a los demás y en los que todos tenemos algo, Mº Jesús sonríe y parece que la aventura no le decepcionará, al contrario, un sueño cumplido.
Pensábamos que resultaría un trayecto rápido, pero esto no pasa de los 100km/h (so pena de desintegrarse), algunas paraditas para aliviarse la vejiga y el “mono”, reubicación de las pertenencias, comida, lectura, siestas, conversación, opiniones encontradas etc... nos acercan hasta Burdeos. Tratamos de encontrar un camping que desde otra caravana nos dijeron que existía, pero resultó misión imposible, después de entrar y salir por distintas carreteras que rodeaban Burdeos o sus cercanía, aparcamos en la misma ciudad a las ocho de la tarde (a donde fueres haz lo que vieres) a las orillas del inmenso río Garonne y sus preciosos puentes, en una zona que parecía de botellón y eso que aquí son muy parcos con el alcohol porque es carísimo, una cerveza 3 ó 4 €
Nos arreglamos y marchamos a conocer la ciudad; nos metemos por un arco que nos parecía nos llevaría a algo, ese algo al principio nos pareció un barrio bastante dejado, habitado principalmente por emigrantes y con poco que ofrecer. Estábamos decepcionados pero con hambre y buscando, buscando, llegamos a una plaza con una bella catedral gótica ¿S. Agustín podría ser?
Entramos en el único sitio en el que había mesas libres, una pizzería, que terminó siendo una feliz decisión: pizzas deliciosas, camareros solícitos y abundante vino del país
Volvemos felicísimos y contentísimos, aunque desilusionados por la dejadez y suciedad en la que encontramos a la deseada Bordeaux.
Se nos olvidó al volver a la Garonne con unas preciosas y bien cuidadas zonas verdes en sus alrededores que en esa noche tenían hasta una ¿verbena?, lo que sea, estaban bailando y ya que estábamos allí y tan a gustito pues bailamos ¡perfecto! un agradable pase a la luz de la luna, en un entorno cuidado y acogedor y muchas risas. Cuando llegamos a nuestro hogar-caravana nos encontramos con varios coches aparcados con gente joven con música puesta (poquitos y con la música bajita, en feria fliparían) nosotros hacíamos más ruido que todos ellos juntos; justo al lado estaba una parejita dentro del coche pero como no pareció importarle nuestra presencia pues nos animamos y sacamos la manta y los chupitos, después de otro rato de risas al sarcófago, previa meada en la calle

¡Estos españolitos haciendo patria!

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